Remedios caseros para el sarampión
Como antaño no se conocían tantos adelantos médicos y técnicos, dolencias como el sarampión tenían que tratarse como buenamente se podía, aunque siempre bajo la supervisión del médico.
Cucharaditas de bardana:
Mi abuela conocía un remedio infalible para acelerar la curación del niño que sufría esta enfermedad: la planta conocida por el nombre de bardana (lampazo), muy apreciada por ser una de las mejores hierbas limpiadoras y desintoxicadoras.
Ponía a hervir durante cinco minutos 30 gramos de raíz de bardana en medio litro de agua y, tras dejarla reposar, la filtraba. En vez de darla a tomar en infusión la daba al enfermo a base de cucharaditas, una cada cinco minutos.
Cura de uvas:
Como el sarampión necesita varios días para incubarse, salir y desaparecer, al menor síntoma, decía mi abuela, es muy recomendable que el enfermo haga una cura de uvas negras durante un día entero. La uva aporta las sustancias necesarias para fortalecer el organismo y poder vencer antes la enfermedad.
Baños con vinagre de sidra:
Para soportar mejor el sarampión, en tiempos de mi abuela era normal que el enfermo se metiera en una bañera llena de agua tibia, añadiendo un vaso de vinagre de sidra. Este baño es muy calmante.
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