Remedios caseros para la neumonía
Si un simple resfriado no se cura a tiempo, puede desembocar en una neumonía mucho más difícil de atajar. Frente a dolor en el pecho y fiebre alta y persistente siempre hay que buscar el consejo del médico y seguir su tratamiento (no hay que olvidar que la neumonía es una enfermedad grave).
Ambiente aromatizado:
Mi abuela tenía el convencimiento de que el ambiente de la habitación del enfermo debía ser lo más agradable y sano posible para su restablecimiento. Por eso, ponía una palangana de agua caliente al lado de la cama y le echaba hojas y flores de espliego, que aromatizaban toda la estancia y le ayudaban a respirar mejor e incluso tranquilizarse.
Corteza de olmo:
Además del tratamiento del médico, la corteza de olmo americano puede hacer mucho bien al enfermo de neumonía e incluso puede ayudarle a que se recupere antes. Mi abuela hacía una infusión con dos cucharaditas de corteza en polvo. La endulzaba con una cucharada de miel y se la daba a tomar al enfermo dos veces cada día, una por la mañana y otra por la noche.
Yerba mate:
En los países de latinoamérica se emplea la “yerba mate”, un tónico cardíaco muy adecuado en casos de neumonía, pues es una dolencia que suele implicar al corazón (consulta al médico).