Remedios caseros para la ronquera
Hablar largo y tendido, chillar, tomar cosas frías, sufrir golpes repentinos de aire, abusar del tabaco… Son tantas la situaciones que pueden provocar ronquera que siempre han existido mil y un remedios para combatirla.
Flores de saúco para la ronquera:
Cuando alguien sufría una de esas ronqueras que casi le impedían hablar, mi abuela cogía un buen pulado de flores de saúco secas y las echaba en una palangana repleta de agua caliente. Y le pedía a la persona que estaba ronca que tomara los vapores de esta planta tan utilizada desde siempre para aliviar las afecciones de las vías respiratorias.
Gárgaras con tamarindo:
Y si no tenía flores de saúco, se servía de otro remedio muy efectivo para acabar con la ronquera: preparaba una infusión de frutos del tamarindo, y, después de filtrarla y dejarla entibiar, se la daba a la persona afectada por la ronquera para hacer gárgaras.
Jarabe de cebolla:
Tanto el saúco como el tamarindo son remedios para la ronquera momentánea, pero si se padece a menudo lo más recomendable y efectivo es el jarabe de cebolla, que se prepara con dos cebollas, tres cucharadas de miel y un litro de agua, y que se debe hervir durante una hora a fuego lento. Hay que tomar cuatro cucharadas al día.