Remedios para dormir a bebés y niños pequeños
Ojeras hasta los pies, mal humor, agotamiento… No es ninguna enfermedad, tan sólo se trata de los síntomas de unos padres de un niño que no duerme. ¿Qué hacer en estos casos? Armarse de paciencia y aplicar estos trucos para conseguir mejorar el sueño de los más pequeños.
Infusiones para bebés llorones:
Mi abuela decía que cuando un bebé lloraba mucho y se despertaba por la noche era porque tenía las tripas revueltas. El caso es que, dándoles hierbas digestivas, como el anís verde o la manzanilla, los pequeños dormían mucho mejor. Si los niños son menores de 2 años basta con darles una cucharada sopera de estas dos infusiones después de cada toma. Si son más mayorcitos, tomarán media taza de infusión antes de irse a la cama. En este caso, puedes probar con infusiones de efecto más contundente, como la tila o la pasiflora.
Almohadas perfumadas:
Cuando éramos pequeños nos encantaba descubrir las sorpresas que mi abuela nos dejaba bajo la almohada. Esas sorpresas eran mucho más que un juego. Y es que colocando bajo la almohada unos saquitos de algodón en los que habremos añadido flores de lavanda los niños duermen más y mejor. Si eres mañosa, puedes confeccionar los saquitos con formas divertidas y a los niños les encantará.
También puedes echar sobre la almohada unas gotitas de infusión concentrada de manzanilla.
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